El Coaching es una herramienta muy valiosa para el desarrollo personal y profesional de las personas, y es importante elegir a un Coach profesional y competente para obtener los mejores resultados.
En este sentido, la International Coach Federation (ICF) es la mayor organización de coaches profesionales a nivel mundial, y sus miembros se adhieren a los más altos estándares éticos y de calidad en la profesión de Coaching.
Al hacerse miembro de la ICF, los coaches demuestran su compromiso con la profesión de Coaching y los estándares de excelencia y ética que promueve la organización.
Los coaches ICF se adhieren a una filosofía y a un código ético de coaching reconocidos internacionalmente, que incluyen las Competencias clave y el Código Deontológico de la ICF.
Los coaches ICF se someten a un proceso de evaluación ética que incluye una investigación objetiva, seguimiento y acciones disciplinarias en caso de notificarse alguna incidencia.
Esto garantiza a los clientes que el Coach está regido por elevados criterios de conducta ética y profesional, y que está comprometido con su desarrollo permanente.
Lo que diferencia a un Coach certificado respecto a otro que no lo está, es su profesionalidad, su competencia, su formación específica en Coaching y su experiencia contrastada en sesiones con clientes.
La pertenencia a la ICF es una garantía de que el Coach cuenta con las habilidades y conocimientos necesarios para ayudar al cliente a alcanzar sus objetivos.
En el Coaching, se establece un acuerdo (incluidos los contratos) que define las responsabilidades de cada parte, lo que crea una relación de Coaching profesional. En cada sesión, el cliente elige el tema de conversación mientras el Coach escucha y contribuye con observaciones y preguntas.
Este método interactivo crea transparencia y motiva al cliente para actuar.
El Coaching acelera el avance de los objetivos del cliente, al proporcionar mayor enfoque y conciencia de sus posibilidades de elección.